jueves, 28 de agosto de 2008

José Santos Chocano


Extraordinario, controvertido, soberbio y tierno. Así fue, a decir de los estudiosos de las letras peruanas, José Santos Chocano, quien nació en Lima el 14 de mayo de 1875. Estudió en el Instituto de Lima y, al poco tiempo, se trasladó al Colegio de Lima el cual dirigía Pedro Alfonso Labarthe.
Es común que los escritores, poetas y novelistas se mantengan al margen del campo de las ciencias matemáticas. No obstante, José Santos Chocano fue la excepción porque durante su época estudiantil demostró un apego especial por esta rama, específicamente por el álgebra. Incluso su madre le propuso que fuera ingeniero.
"Tengo que confesar que los estudios de letras no me despertaron tanto interés como los de ciencias", escribió en una oportunidad el "poeta de América", quien supo mantener un romance —casi imposible— entre los números y las letras.
La historia de Chocano en la universidad más antigua de América, San Marcos, se inició cuando apenas tuvo 14 años de edad. Ingresó a la Facultad de Letras. Pero paralelamente se desempeñó como profesor de Matemáticas en el Colegio Secundario de Lima.
Obras y logros Su labor poética se inició en 1895 cuando publicó sus primeros libros: Iras santas y En la Aldea. En España, en donde permaneció desde 1905 a 1908, publicó su obra de mayor representación Alma América.
En dicho país frecuentó con Rubén Darío, iniciador y máximo representante del modernismo, Miguel de Unamuno, Antonio Manchado y Amado Nervo por citar algunos renombrados poetas.
Publicó también La neblina, Azhares, La gran revista, Los cantos del Pacífico, Cantos de vida y esperanza y muchas otras que originaron comentarios y críticas. La pluma de Chocano se extendió por distintas revistas literarias del Continente americano.
En vida fue el poeta más conocido y admirado. Por ello en 1921 lo coronaron Poeta Nacional. Y en alguna oportunidad dijo: "Walt Whitman tiene el Norte, pero yo tengo el Sur". Con esta frase sintetizó y exteriorizó su vanidad, todo lo que sus seguidores le hicieron sentir, para bien o para mal.
Póstumamente aparecieron obras como El poema del amor doliente, El alma de Voltaire, Memorias. Las mil y una aventuras, Oro de indias, Libro de oro, Poesías escogidas, entre otras.
Vaivenes del poetaLa vida de Chocano no fue tranquila ni apacible. Fue llevado preso desde muy joven por escribir contra el gobierno de Andrés A. Cáceres (1894). "Fui el verdadero verbo lírico de la revolución", escribió, luego, este poeta en sus Memorias.
Al triunfar la revolución de aquella época, Chocano pudo recobrar su libertad. Pudo respirar más allá de las rejas. Y fue así como lo nombran secretario de Manuel Candamo, presidente de la junta transitoria del gobierno peruano.
Iniciaba así una carrera diplomática que lo llevó a visitar numerosos países de América. Estuvo en México cuando estalló la revolución a principios del siglo XX.
Una página trágica, por decir lo menos, en la historia de Chocano ocurrió en 1925. En ese año se desató una polémica, o más bien discusión, entre Lugones y Vasconsuelos que terminó en tragedia y en la cual los protagonistas fueron Chocano y Edwin Elmore, defensores de los citados literatos, respectivamente. Al respecto el maestro Luis Alberto Sánchez narra lo siguiente: "Elmore (quien había cometido una indiscreción) salió a buscarlo para cobrar la ofensa. Chocano iba en pos de lo mismo. Se encontraron en la imprenta de El Comercio y Chocano, que andaba armado, usó su revolver para repeler la agresión de Elmore a quien derribó de un disparo en el vientre (31, octubre de 1925)".Por este hecho Chocano estuvo preso, pero tan sólo un año, pues fue amnistiado por el Congreso de la República. Al poco tiempo se fue a Chile para continuar su carrera literaria.
Pobre pero lleno de orgullo, como lo refieren sus críticos, murió en el citado país sureño a consecuencia de una puñalada de un orate en 1934. La obra poética de José Santos Chocano llena de imaginación, perdura y se mantiene firme al paso de los años.

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